ROCIO MENA

Huracán Carmen septiembre 1974 Categoría4 240km/h Chetumal Quintana Roo

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Recordando el huracán Carmen septiembre 1974 Categoría4 de 240km/h Chetumal Quintana Roo

El huracán Carmen fue el ciclón tropical más intenso de la temporada de huracanes del Atlántico de 1974. Una tormenta destructiva y generalizada, Carmen se originó como una perturbación tropical que surgió de África hacia finales de agosto. La tormenta se desplazó hacia el oeste, generando una depresión tropical al este de las Antillas Menores el 29 de agosto. La tormenta se movió a través del Mar Caribe y en un ambiente propicio a la intensificación, rápidamente se fortaleció hasta su intensidad máxima inicial como un huracán categoría 4 en el Saffir -Simpson Escala De Huracanes. Carmen se trasladó a tierra en la península de Yucatán, donde, a pesar de golpear una región escasamente poblada, causó daños significativos en las cosechas y mató a varias personas. Antes de la llegada de la tormenta, los funcionarios habían establecido varios centros de evacuación, y muchos residentes se habían trasladado a un terreno más alto.

Al entrar en el Golfo de México, Carmen volvió hacia el norte y se re-intensificó cuando se acercó a los Estados Unidos. Inicialmente amenazando a la gran ciudad de Nueva Orleans, se dirigió hacia el oeste y llegó a tierra en el pantano del sur de Louisiana, disipándose finalmente sobre el este de Texas el 10 de septiembre. Se habían emitido avisos y avisos de ciclones tropicales para la tormenta y aproximadamente 100.000 residentes abandonaron sus hogares Y buscó refugio. El daño fue más leve de lo que se temía, pero la industria azucarera sufrió pérdidas sustanciales. A lo largo de su curso, el huracán mató a 8 personas y causó $ 162 millones en daños. Debido a la gravedad de la tormenta, el nombre de Carmen fue retirado de la lista de nombres de ciclones tropicales del Atlántico.

Los orígenes del huracán Carmen se remontan a una perturbación meteorológica sobre África a mediados de agosto de 1974. La perturbación se desplazó lentamente hacia el oeste con poca actividad convectiva inicialmente, aunque al entrar en el Océano Atlántico, generó una onda tropical dentro de la Zona de Convergencia Intertropical. La ola se había intensificado y ampliado el 25 de agosto, y finalmente se dividió en dos componentes, el más septentrional de los cuales se consolidó en un sistema organizado de tormentas. Moviéndose hacia el oeste, el sistema se convirtió en una depresión tropical el 29 de agosto, a más de 200 millas (320 km) al este de Guadalupe. [2] Debido a la salida favorable de un anticiclón cercano, la depresión se fortaleció gradualmente a medida que se movía a través de las Antillas Menores. [3] Alcanzó estatus de tormenta tropical el 30 de agosto, al sur de Puerto Rico, [2] y fue nombrado Carmen por el Centro Nacional de Huracanes. Al principio, la proximidad de la tormenta con Hispaniola impedía un mayor fortalecimiento [5], pero para el 31 de agosto, había logrado intensificarse en un huracán de Categoría 1 en la Escala de Huracanes Saffir-Simpson. [2] Como Carmen pasó al sur de Jamaica, un rasgo ocular brevemente apareció. [6]

El 1 de septiembre, el huracán comenzó a profundizarse rápidamente sobre las cálidas aguas del Mar Caribe; Para el tiempo universal coordinado 1800 (UTC), se había fortalecido a la intensidad de la categoría 4. [2] Continuando hacia el oeste, la tormenta pasó al norte de la Isla de los Cisnes más tarde ese día. [3] Temprano el 2 de septiembre, un doble ojo apareció en imágenes de satélite. [7] El movimiento hacia adelante de Carmen disminuyó gradualmente mientras que la tormenta tomó una dirección del oeste por el norte, [8] y alcanzó su intensidad máxima inicial con los vientos máximos sostenidos de 240 kilómetros por hora, acompañados por una presión barométrica central de 928 mbar (hPa ; 27,4 inHg). [2] Las corrientes atmosféricas de la dirección se hicieron cada vez más débiles, y Carmen se retardó a una deriva. Más tarde, el 2 de septiembre, el huracán alcanzó tierra firme en la Península de Yucatán; Su trote norteño ahorró Belize City de un golpe directo. El centro de la tormenta pasó unos kilómetros al norte de Chetumal, Quintana Roo. [2]

El ciclón derivó tierra adentro, deteriorándose a una tormenta tropical el 3 de septiembre. [2] Alrededor de un día después, Carmen emergió en el Golfo de México, donde casi paralizó. Volviendo hacia el norte, la tormenta recobró fuerza de huracán el 5 de septiembre. [2] Carmen siguió fortaleciendo y acelerando hacia el norte hacia la Costa del Golfo de los Estados Unidos, [3] alcanzando una velocidad hacia adelante de 12 mph (19 km / h); A las 0000 UTC del 7 de septiembre, de nuevo se convirtió en un huracán de categoría 3. [2] La tormenta alcanzó su segundo pico de intensidad mientras estaba localizada al sur de Louisiana; Aunque las velocidades del viento eran idénticas a las de su pico inicial, la presión barométrica fue ligeramente superior. Carmen se debilitó y giró hacia el oeste antes de aterrizar, golpeando finalmente el centro-sur de Luisiana. Después de mudarse a tierra, el huracán rápidamente perdió fuerza y ​​el 9 de septiembre degeneró en una depresión tropical. La depresión se movió hacia el oeste y pronto se disipó sobre el este de Texas. [2]

 

MAS INFORMACION Y FUENTE: https://en.wikipedia.org/wiki/Hurricane_Carmen

CARMEN Y YO.

A los siete años de edad, todo es aventura, todo es magia, incluso un huracán de categoría 4 con vientos de 240km/h

Esa tarde tranquila del lunes 2 de septiembre como a las 4:00pm disfrutábamos de un paseo en el parque de los Caimanes en Chetumal mi hermana Margarita de 6 años, mis tías: Rosa Réndiz Escárraga de 17 años, Maria de los Angeles Réndiz Pérez de 15 años ,y yo de 7 años .

El parque de los Caimanes siempre ha tenido grandes árboles, muy tranquilo y una sobria explanada y bancas  de cemento, ubicado en las calles 16 de septiembre, Alvaro Obregón, Miguel Hidalgo y Othon P. Blanco en Chetumal Quintana Roo.

A las 6:30pm, el cielo cambió de color, se tornó gris, n se preparaba para llover.

Las tías asustadas, despidieron a los novios del parque, nos tomaron de la mano e iniciamos la caminata de regreso a casa, caminamos por avenida Héroes hasta que casi a la altura del mercado Ignacio Altamirano, el mercado viejo, frente a los marinos ya no pasaba desapercibido incluso para una niña de siete años…  la noche había caído, el cielo se había vuelto completamente negro y  el viento ya no era una brisa suave sino que era un viento enojado… fuerte, muy fuerte.

A la altura de la Belisario Domínguez nos encontramos de frente caminando hacia nosotros a Lupita mi mamá que con mucha desesperación salió a buscarnos ya que el clima huracanado estaba encima de nosotros reprendiendo a sus hermanas (cual carácter de chetumaleña curtida por la experiencias de los huracanes, tomó las riendas de la situación.

Lupita estaba muy enojada, no dejó de reprender a sus hermanas durante todo el trayecto diciéndoles que el huracán Carmen estaba muy cerca de Chetumal y que los Marinos y Militares ya no dejaban pasar hacia la parte baja y alta de Chetumal debido a la contingencia.

En 1974, mi casa se ubicaba en la Colonia López Mateos en la calle Caobas 373 entre las calles Laguna de Bacalar e Isla Cancún.

La Caobas #373  tenia su frente hacia el poniente, contaba con un patio muy amplio adelante y un gran patio atrás, el terreno de 12m de frente x 30m de fondo, la casa se ubicaba justo en medio del terreno.  Casa hecha de madera a dos aguas de mediacaña y madera de color natural.

Para mí, el tiempo del huracán Carmen quedo suspendido en el parque de los Caimanes, después de ahí,  fue  todo muy confuso. no había noción de tiempo, solo nervios, oraciones y viento, mucho viento…

Tuvimos tiempo de  refugiarnos con la familia vecina junto a la Caobas #373…

…Un remolino ocasionado por el huracán Carmen derribó la casa hecha de madera de media caña con láminas de carton.

Durante el huracán Don Manuel, el vecino  y sus hijos detenían con sus propios cuerpos la puerta  de su casa hecha de cristal de gota de agua (biselado) y herrería garigoleada, como todos unos centinelas de los que ahí nos refugiamos.

A pesar que le pusieron llave a la puerta para que la furia de Carmen se quedara al margen de esas paredes de piedra maciza poco vistas en la zona, costó mucho trabajo maña y fuerza bruta para que se quedara en su lugar y no se arrancara de su marco.

Me cuenta Lupita mi mami, que uno de los vecinos refugiados esa noche salió al patio en plena tormenta y ofreció vehementemente a su ser superior, su propia vida para calmar la furia del huracán, me lo puedo imaginar en una escena de sacrificio maya… o algo así muy cercano a ello…

Finalmente después de esta catarsis el buen hombre entró y la furia de Carmen disminuyó…

Los refugiados esa noche nos contamos entre 8 adultos y 9 niños incluyendo un bebé de 8 meses.

La abuela Margarita sobreviviente del huracán Janet aquel septiembre de 1955  se encontraba entre nosotros, ella y sus sus hijos,mis tíos (las dos tías de 17 y 15 años que durante la tarde echaban novio en el Parque de los Caimanes y dos varones: Juan y José, los que la vida le regaló después de perder a los primeros hijos en el Huracán Janet 19 años antes del Huracán Carmen, ahí mismo en Chetumal…

Pero Carmen a pesar de su ¡s vientos categoría  no nos llevó con ella, su furia solo alcanzó lo material y la vida de dos cerditos de cría y dos gallos… propiedad de Lupita, mi mamá.

Dormimos bajo las estrellas dos días, después arreglaron un tinglado donde estar, hasta que llego el héroe de héroes, Wilbert mi papá quien había pedido permiso en la partida militar donde se encontraba en  La Unión, Quintana Roo después de su obligado encuartelamiento debido a la contingencia para correr junto a su familia y cuidarnos.

Hoy me cuenta mi Padre Wilbert  que para reconstruir la Caobas 373 se requirieron 18 horcones, muchas medias cañas para las paredes y varios fardos de láminas rojas la cual se compraron en la Miqroo en Santa Elena y en el Tigre cerca de la CFE.

Material que fué transportado a la Caobas #373 por Cahuich , un personaje  muy famoso entonces, porque  contaba con una carreta y un caballo y su negocio era el de transportar  de todo lo que cabía en ella, para beneplácito de sus clientes.

Fue Don Manuel el vecino, quien reconstruyó la Caobas #373, una hermosa casa fresca, ventilada, de mediacaña y láminas rojas, al estilo Chetumal…donde viví feliz en mis días de chetumaleña hasta antes de pisar suelo cancunense, ahí por 1986…

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Mi Princesa Margarita  y yo en la Primaria Federal Benito Juárez en Chetumal

Nótese el color caribeño en nuestros rostros, resultado de vivir constantemente cerca de la Playa en los múltiples viajes alrededor de las costas de Quintana Roo