BLOG

Dios no tiene prisa…

Ayudános a compartir

A veces vivo como si Dios me estuviera esperando en la meta. Como si Su presencia fuera un premio que sólo aparece cuando “por fin” logro sanar, soltar, cambiar o cumplir lo que yo creo que Él quiere de mí. Y me olvido de algo esencial: Dios no tiene prisa… Dios tiene amor.

Y cuando alguien ama, camina a suritmo.

He descubierto que Dios no se obsesiona con mis resultados; Él mira más profundo. Le importa mi fe, mi sed de Él, lo que me hace volver a Su corazón incluso cuando todo parece ir lento. A veces pienso que mis planes están perfectamente alineados con los Suyos… y luego la vida me muestra que no. Que hay caminos que yo quería correr, y que Él simplemente quiere acompañar.

Porque Dios no empuja. Dios invita.
Dios no acelera. Dios sostiene.
Dios no exige que llegue “ya”. Dios se queda “aquí”.

Y en ese aquí en el proceso de aprender a sanar, a perdonar, a soltar es donde más fuerte se siente Su amor paciente. No como un milagro que lo arregla todo, sino mas bien como un apapacho que te sostiene mientras avanzas, aunque avances despacito.

Dios es un caballero: nunca fuerza, nunca invade, nunca irrumpe sin permiso. Espera a que lo mires. Espera a que lo busques. Y mientras esperas tú, Él también espera contigo.

Así que hoy abrazo este recordatorio: Dios no tiene prisa con mis tiempos.
Él tiene amor por mi camino.
Y en ese camino… ahí está Él.

fuente: https://www.facebook.com/share/1D4Q8QBfkV/?mibextid=wwXIfr